sábado, 2 de marzo de 2013

Los chicos del coro


Pues ya se va disipando la niebla que trajo consigo la resaca post-Navidad y empiezan a tomar forma nuevos proyectos (por eso ha habido tan poco movimiento en Desdibujando, pues estoy metida en mi laboratorio probando cosas). Alguno de esos proyectos, como el que ocupa la entrada de hoy, se sale de lo habitual. Y es que a final de enero se me propuso diseñar un cartel para el próximo concierto que el estupendo coro de cámara Oretania, justo a las puertas de comenzar la Semana Santa, celebrará en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva en Ciudad Real. Entonces pensé: ¿Desdibujando haciendo un cartel con motivo religioso?  ¡Alabado sea el Señor, igual no me condeno después de todo, tras tanto desnudo pecaminoso y tanto híbrido humano-animal a mis espaldas (por no hablar del poco ortodoxo repaso a los siete pecados capitales)! Por otro lado, el Papa ha dimitido, quizás debería tomarlo como una señal...

En fin, que no sabía muy bien cómo abordar el trabajo, pero pensé que sería buena idea seguir centrándome en las manos, como he venido haciendo en mis últimos cuadros. Así pues, tras desechar rápidamente las maliciosas ideas que se agolpaban en mi cabeza (travesuras con poco fundamento histórico como aludir a la resurrección mediante una mano polvorienta y agujereada saliendo de la tierra, cual zombie de The walking dead, o representar la crucifixión como un ejercicio de bricolaje mal entendido, a lo Pepe Gotera y Otilio...), comencé a trabajar en algo más sencillo y comedido. Por eso me centré en tres colores: el morado, que representa a la cuaresma; el blanco, que simboliza la resurrección; y el negro, que es el color del luto. 


Y este ha sido el resultado. A caballo entre la portada de un catecismo de los setenta y el cartel de una peli de cine negro, lo cierto es que ha gustado bastante a los chicos del coro (los voy a llamar así, que son muy majos y me encantó la película). 
Y eso es lo que importa al final. 








3 comentarios:

  1. Menuda historia Cris, la verdad es que yo sí que tengo abandonado mi blog. Te entiendo perfectamente ;)
    Me gusta cómo simplificaste la mano, sólo con la herida del clavo. También recuerda a las manos levantadas cuando vas a un concierto, para apoyar a la banda... que siga la música y silencio todo el mundo que canta Oretania. >>Besos

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