¿Cómo entre aguadas vas saliendo a flote? ¿Cómo incesantemente sobrevives si entera tú eres líquido y pigmento? Emerges victoriosa muchas veces: lo haces todas las veces que Alfonsina decidió no lanzarse a la escollera, todas aquellas veces no cantadas.
Desencajada grita la impotencia, se apaga la razón, llora el silencio por no saber articular a tiempo un camino sonoro a la cordura. Es ensordecedora la injusticia mientras de vacaciones se divierte.