lunes, 22 de octubre de 2012

Lujuria

Técnica mixta sobre tablilla (178x127mm)

La lujuria o el no poder controlar el deseo carnal es un argumento que nunca pasa de moda. Según la interpretación moderna de los pecados capitales, el pecado de lujuria se referiría a la adicción al sexo, el adulterio y la violación (¿adicción al sexo? esto suena a Jólibu...Hay que ver lo que se modernizan...)

Y ya que hablamos de lujuria,  no puedo evitar que me vengan a la cabeza escenas de películas (ochenteras todas) que en su época causaron escándalo por su atrevimiento, aunque hoy resulten de lo más ingenuo y teatral, pero, eso sí, rebosantes del glamour perdido en las escenas de cama actuales. Y es que ¿qué me dicen de los revolcones entre William Hurt y Kathleen Turner en Fuego en el cuerpo? (ni siquiera se despeinaban y qué iluminación...); ¿y de la escena del ascensor en Atracción fatal? (la verdad es que nunca entenderé cómo pueden poner a Michael Douglas de chico sexy con la cara de vieja que tiene); ¿y cuando Jack Nicholson se cepilla a Jessica Lange en la mesa de la cocina en El cartero siempre llama dos veces? (otro señor que iba de guapo en los ochenta aunque jamás lo comprenderé) Por no hablar de Nueve semanas y media, a la que dieron muchísimo bombo con todo eso del striptease de la Basinger y cuando fui lo suficientemente mayor para verla me pareció un tostón...

Claro que todos estos ejemplos palidecen al lado del que viene ahora. Porque a mí la escena que me gustaba -no era de cama, pero se enseñaba mucha cacha- era la apoteosis cutre-hortera del baile final de Staying alive, la horrible continuación de Fiebre del sábado noche, donde un irreconocible Travolta musculoso y fibrado se dedicaba a lucir palmito depilado y sudoroso al ritmo de energéticas melodías sintetizadas. Ains, ahora sé de dónde sacan la inspiración para las galas Drag Queen del carnaval...Como para muestra un botón, aquí tienen el enlace, así que disfruten y cuidado con la mandíbula, no se les disloque, que la risa a borbotones es traicionera.

¡Pronto el último pecado!



Láminas disponibles en Saatchi online / Prints available at Saatchi online




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