Vivimos tiempos convulsos, la realidad se viste con colores chillones que casi duele mirar. Pero de vez en cuando se necesita cerrar los ojos y tratar de respirar más despacio: se necesita creer en la esperanza de un descanso reparador, incluso sobre el lecho de un naranja emergente. ¿Por qué mezclar rojo y amarillo pica tanto?, ¿Por qué en el colegio no me pasaba, cuando desgastaba mis ceras sobre aquella cartulina oscura? No sé en qué estaría pensando al llevar a cabo este experimento cromático, sólo sé que así se fue construyendo (y que la obra tiene una pareja inconclusa que supongo mostraré más adelante, si es que llego a terminarla sin urticaria visual):
Dos momentos del proceso creativo: matando al naranja bermellón o un conato del crimen perfecto
Acrílico sobre lienzo (46x38cm)
Figura masculina descansando,
sobre estridente naranja recostada.
Un color con mucha fuerza que me gusta ver como vas cubriendo con el proceso!! ♥♥♥
ResponderEliminar¡Gracias mil, Sonia!
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