lunes, 9 de junio de 2014

La pared de la gente



El pasado sábado tuvo lugar por primera vez en Las Palmas de Gran Canaria el Wallpeople 2014, un proyecto de arte colaborativo surgido en Barcelona hace cuatro años y que se celebra de manera simultánea en más de cuarenta ciudades del mundo. Básicamente, consistía en aportar (de manera altruista, claro, pues se sabe que los artistas aprovechamos como nadie los nutrientes del aire) una o varias creaciones y exponerlas en un espacio público determinado (este año le tocó a un muro por la zona de la Cícer en la playa de Las Canteras).

Lo curioso de un evento así, aparte de su alcance global, es que a su término una podía recuperar su obra o bien hacerse con la de otro participante, como quien cambia cromos. Este intercambio era lo que a mí me interesaba, aunque confieso que su ejecución no acababa de quedarme clara: ¿cómo me llevaría la obra elegida? Ya me veía arrancando del muro algo que me gustase y huyendo después sin que nadie pudiera darme alcance, sin mirar atrás, sin hacer preguntas... Pero ¿y si me encaprichaba de más de un elemento? ¿Cómo ejecutaría el golpe entonces para no ser pillada? Necesitaría ayuda, por supuesto, porque la cosa se iba complicando y cada vez llegaba más gente. En mi cabeza nada podía salir mal y perpetré un atraco con coches, persecución y sirenas de secano hasta que... hasta que el reloj dio paso a una realidad mucho menos emocionante que ganó la partida y me hizo marchar con las manos vacías nada más terminar mi cerveza (tuve que ausentarme antes de tiempo hacia otro compromiso), doblegándome así ante el maldito calendario.

Sea como fuere, el tema propuesto para 2014 fue la naturaleza (Back to nature rezaba la publicidad, que suena global que te mueres) y aquí tienen mi loca aportación:

Técnica mixta sobre cartulina kraft (en A4), prefiero llamar a la pieza in illo tempore, más que nada para alejarme de la palabra que me viene a la cabeza cada vez que la miro (culiflor). Por suerte este sujeto que tan a gusto se despereza acabó en manos de una estupenda ilustradora de la isla: María Arencibia (ella sí que supo perpetrar como Dios manda, no como otras...)


Les dejo ahora con unas imágenes del evento:

 El muro después de pegar nuestras respectivas contribuciones Nadia Brito (que aportó un colorido paisaje urbano sobre cartón y una implacable excavadora sobre kraft) y una servidora

 Momento en que fijan la excavadora de Nadia, mientras la people of the wall inmortaliza el instante.

Más de lo mismo (three quarters of the same)


Nada más, hasta la próxima y ¡todo el mundo cara a la pared!



2 comentarios:

  1. Tu aportación de la naturaleza me parece espectacular, casi tanto como la anterior en naranja. Siento mucho que te hayas quedado sin ninguna de tus otras obras pero alguien se llevó la tuya?? Qué afortunada persona se ha podido hacer con una aportación tan artística y elaborada???? Y lo de nutrirse del aire??? Jajajaja, espero que la próxima exposición te sea más rentable. ♥♥♥

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    1. Muchas gracias por tus palabras, Sonia. Nutrirse del aire se lleva bien puntualmente, cuando la organización del evento en cuestión te dice lo que hay desde el principio, pues sabes a lo que vas (como ha sido el caso aquí). Pero vamos, que hay de todo, desde quienes te sueltan la temible frasecita "esto te sirve para promocionarte" o quienes pretenden cobrarte por participar en tinglados nada rentables... Afortunadamente las exposiciones sí que van mejor :)

      Un beso

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